Mi experiencia como senior (supervisor de participantes) fue maravillosa; aunque tengo que confesar cuando inicie como staff, estaba con la conversación que era algo superficial y que el beneficio que obtendría seria mínimo, les cuento que me llevé una gran gran sorpresa, gracias a Dios, una linda sorpresa; pues al inicio, los entrenadores se interesaron y detectaron en mí, áreas que merecía mejorar y me dieron las herramientas para hacerlo, y así tener una transformación en mi ser, por ende, mejor desenvolvimiento como staff. Me complace decir que durante el programa, el cambio en mi ser fue un cambio tan profundo, tanto que a un mes de la graduación no salgo de mi asombro. Me siento pleno, lleno de paz, de satisfacción y agradecimiento; primeramente con Dios y con todos los que estuvieron conmigo; tanto estudiantes, entrenadores y personal de centro, así como también todos los que de una forma u otra estuvieron participando durante todo el tiempo que duró el programa. Fue una hermandad que se construyó, verdaderamente hermosa. Siento en mi ser, que trabaje el aprender a recibir; trabaje la paciencia y la perseverancia, y me di cuenta al terminar el programa como senior, que puedo lograr lo que yo me proponga. Dios los bendiga.
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